Bersuit Vergarabat, la banda que supo interpretar mejor que ninguna otra la crisis del 2001, sale a la cancha con un nuevo disco: “La nube rosa”.
Fotografía: Dina Cantoni
La Bersuit en tiempos de nube rosa
Es jueves a la tarde y un gris ceniza cubre el cielo de Buenos Aires. Hace frío y en una mesa de algún bar de algún barrio porteño un grabador se enciende. En realidad son dos. Se encienden los dos grabadores y, frente a ellos, Juan Subirá y Carlos Martín, tecladista y baterista de Bersuit Vergarabat, se sacan el cassette.
Uno podría decir que La revuelta fue la resurrección y que en El baile interior quisieron experimentar nuevos rumbos… ¿Qué papel ocupa La nube rosa?
Carlos Martín: Siempre hay una experimentación. Tiene que ver con reafirmar el momento en el que estamos, con el porqué estamos y el cómo llegamos acá. Los motivos y las ganas para hacer canciones nuevas siguen estando intactos, indeteriorables, aún con las bajas que se sabe que tuvimos y con las cuestiones complejas de un grupo humano con tantos años. Lo que nos une sigue siendo lo mismo: las ganas de llevar nuestra música, el compartir esa consonancia, esa armonía.
Algunos han destacado cierta similitud de La nube rosa con Don leopardo, tercer álbum de la banda. ¿Coinciden?
Juan Subirá: Creo que es un disco que tiene mucho consenso dentro del grupo, que en general nos gusta y nos dejó muy conformes a todos los integrantes. Don Leopardo es un disco muy particular, totalmente conceptual, concebido casi enteramente por Gustavo y por mí en un viaje medio místico. Y punto, por otro lado, es fruto del nacimiento de la banda. Si lo tuviese que comparar con algún disco lo haría con Libertinaje, por la frescura. Es la energía que traen las canciones desde su nacimiento: nacieron así y nosotros al comenzar a instrumentarlas procuramos mejorarlas todo lo posible, que ganen fuerza. Y después, en el disco, todavía más.
¿Qué implica para la banda la presentación de un disco nuevo?
CM: Lo mejor es presentar las canciones nuevas. Venimos ensayando muchísimo, con muchas ganas de tocarlas frente al público y ya las tenemos muy en lista para compartirlas con la gente y ver cómo reacciona. Es una satisfacción personal poder decir: “Tenemos trece canciones nuevas y vamos a defender las trece”. Ponerlas sobre la mesa es un momento importante. Como cuando presentas el disco: es una obra completa que tiene portada, contenido, una continuidad; hacer eso en vivo es una gran alegría.
¿Cómo es el proceso de producción de una canción?
CM: Hay distintas vertientes. La personal: aquellas que cada uno hace en su casa, las trae ya hechas y nosotros tratamos de vestirlas de la mejor manera acorde a lo que somos. Hay otras en las que uno tiene una letra y se la pasa a otro para que ponga la música, o viceversa. El otro afluente que a mí me gusta son las improvisaciones colectivas. En este último disco no hay, pero sí hay composiciones conjuntas, por ejemplo “Aquí estamos”. A veces, la canción que le gusta a uno no cuadra del todo en la propuesta musical del momento. De todos esos aportes de composiciones, que en este disco fueron alrededor de 50, elegimos las canciones que más nos gustaron y, por suerte, hubo unanimidad, no hubo grandes diferencias. Por eso este disco es bastante representativo del actual momento de la banda.
Las letras de Cordera solista se volvieron mucho más personales e introspectivas. ¿Qué cambió en la manera de componer de la nueva formación de Bersuit?
JS: Hay una cosa concreta y es que justamente no está el aporte de Gustavo, un compositor por naturaleza que en Bersuit tiene una incidencia a través de la historia que es impresionante, con canciones muy importantes y populares, algunas que él hizo solo y otras en grupo. Creo que eso necesariamente plantea un antes y un después. Nosotros seguimos trabajando en los mismos ejes musicales y literarios que trabajamos históricamente, apelando a la espontaneidad, a las cosas que se nos van ocurriendo, junto a los aportes individuales que dependen de los momentos de cada uno y a lo grupal, que es testimonio de los momentos del conjunto.
¿Qué canción de La nube rosa representa el momento actual de Bersuit?
JS: Una canción que representa muy bien a la banda hoy es “Aquí estamos”.
CM: No podría elegir una, sino por lo menos tres o cuatro. “La nube rosa” y “Obstinato” entran dentro de este esquema. Es un disco que no tiene canciones de relleno; todo tiene un sentido. No buscamos en ningún momento repetir fórmulas ni viejos y épicos tiempos. Tratamos de refrescarnos, renovarnos, rehacer las fórmulas, si es que hay alguna. Lo contrario no nos satisface como músicos y tampoco creo que guste escuchar más de lo mismo, una versión copiada. Puede ser que haya algún paralelismo con trabajos anteriores, pero lo más veraz y honesto posible. Vamos a ser siempre quienes somos porque no podemos ser otros. Una frase puntual sería: “Vamos por más”; como banda siempre redoblamos la apuesta y este disco representa eso, está bien dicho en la canción. No nos vamos a quedar con los laureles del ayer, ni con la historia, ni con las conquistas. Hay que hacer todos los días algo para tener una pequeña conquista diaria, aportando al proyecto, a la música, al compartir.
¿Entonces hay Bersuit para rato?
JS: Uno como artista piensa que va a tocar toda la vida. Porque le gusta lo que hace, porque nosotros comenzamos a hacer esto jugando a que éramos músicos y ese juego se convirtió en realidad. ¿Qué te puede ocurrir en la vida mejor que esto?
CM: Es un agradecimiento muy grande el que tenemos, por haber abrazado está profesión y haber sobrevivido, por seguir pisando escenarios y que siempre haya alguien del otro lado escuchándonos. Eso no se le da a todos: muchos seguramente quedaron en el camino, otros quizás ni lo intentaron… Nosotros, la verdad, tuvimos mucha suerte. Entonces, como agradecimiento, qué menos que brindarnos por completo a esto que es tan hermoso.
La argentinidad en tiempo de Macri
El 15 de Marzo de 2004 salió La argentinidad al palo y con él una crónica perfecta de la Argentina que hoy, 12 años más tarde, se encuentra más vigente que nunca. Más de una década después de aquel mítico disco. ¿Cómo nace la idea de “argentinidad”?
JS: El concepto de la argentinidad es un concepto que nació en las giras. Ahora nos vamos a hacer inversiones en Estados Unidos (risas). Históricamente somos una banda de viajar mucho, tanto por el país como, a partir del 99’, por el mundo. Nos gusta, aunque hoy hacemos giras más cortas: ahora tenemos una gira de 15 días con muchos shows pero todo comprimido; antes quizás llegábamos a girar dos meses pero ya no lo hacemos más, por razones familiares y demás. La argentinidad nace en ese ida y vuelta de encontrarnos con un montón de amigos, con gente que te contaba cosas e historias. ¡En el culo del mundo te encontrás un argentino!
CM: Las giras te dan otra perspectiva del mundo. Jugábamos a eso: veíamos venir a uno y decíamos: “Ese es argentino”. Y era argentino; te dabas cuenta por la forma de hablar, de moverse. Era una época en que había muchos argentinos en el exterior. Después, por suerte, volvieron. Ahora capaz que se vuelven a ir.
¿Y cómo lo ven hoy?
JS: Para nosotros el concepto de argentinidad fue tratar de descubrir un poco la identidad nacional. Pero lo pensamos más como una parodia de lo que somos, de lo que nosotros nos creemos que somos, mezclando defectos y virtudes. Creo que el gran resumen de eso es: “Del éxtasis a la agonía”.
CM: “Podemos ser lo mejor como también lo peor”, los más corruptos como también los más solidarios. Una vez nos encontramos con un español que, caminando por La Rambla, nos decía: “Ustedes son un pueblo fascinante, en Argentina todos los días hay noticias”. Le entusiasmaba que seamos tan extremos. Y es verdad: somos muy pasionales y seguiremos siéndolo mientras el corazón aguante.
Bersuit siempre se mostró cercana al proyecto kirchnerista. ¿Cómo viven este cambio de gobierno?
JS: En general tuvimos bastantes coincidencias, obviamente también diferencias, pero es verdad que estuvimos cercanos y apoyamos en un montón de aspectos, tocamos en actos… Se vive con tristeza y preocupación por todo lo que se está perdiendo en muy poco tiempo; la tremenda incertidumbre. El actual es un Estado que solo busca la rentabilidad sin tener en cuenta un montón de parámetros sociales, por lo cual todo lo que se ve venir es bastante oscuro. Nada que sorprenda del neoliberalismo ya que siempre fue así. La gente votó esto, solamente que algunos lo votaron de manera consciente y me parece que muchos lo votaron por boludos.
¿Qué creen que faltó?
JS: En primer lugar, enfrente hay un aparato de difusión monstruoso, un comecabezas formado por todos los medios de difusión: radio, televisión, diarios… ¡Es la patria financiera volviendo a reinar!
CM: Faltaron dos puntitos porque sino la ecuación cambiaba. No lo puedo explicar y me desorienta este cambio que se hizo por un cheque en blanco: por cien volando y no por pájaro en mano. Me desorienta la sociedad argentina, realmente me despista. Pero es la democracia, hay que respetar las alternancias de poder aunque yo pensaba que algunas cosas ya las habíamos aprendido. Parece que no. Hay que seguir luchando por una sociedad más justa, más equitativa, con igualdad de oportunidades. Volver al concepto de “la patria es el otro” porque ahora “la patria es el bolsillo” y los demás que se caguen. Es el capitalismo en su forma más salvaje y despiadada. No creo que todo esto traiga nada bueno para la sociedad en su conjunto.
¿Qué cambios ven a nivel cultural?
CM: Creo que va a haber una vuelta a lo alternativo porque cada vez es mayor la premasticación de los medios. Canales de noticias, canales de entretenimiento; está todo premasticado y digerido, entonces no hay vías alternativas para llegar a otras cosas. Me parece que van a proliferar vías alternativas para los artistas que no cuadran dentro de esos cánones.
¿Cuál es el rol del artista en este contexto?
CM: El arte debe resistir. Debe resistir a todas las injusticias que se presenten, ya sean de índole social, económica… cualquier cosa que veamos que está mal y que se puede mejorar. Porque lo otro es la resignación.
JS: Nosotros siempre tuvimos una posición muy clara: toda la década menemista estuvimos en la vereda de enfrente y al principio nos costó un cierto aislamiento, porque estábamos contra la corriente. Ahora se siente algo similar si bien la sociedad está mucho más dividida. En general, desde el rock hay una mirada crítica. Pero hay de todo. En este disco no hay referencias muy concretas porque se compuso antes.
CM: ¡Por suerte también existen las canciones de amor!