
Placer sin consecuencias
y el desinterés desfachatado
de mi quehacer inconsciente.
Te rompo y te desarmo con las garras audaces
de esto que en mí se desata.
Placer y desagravio,
desinterés y desamor.
Cariño,
en el mejor de los casos,
pero casi siempre las caricias sin gracia
que recorren sin recorrer el sendero
que mi mirada marca en tu piel.
Casi siempre mi ausencia en el momento posterior al aullido.
Inercia.
Te hago el amor y te poseo casi como si me tropezara
y sobre vos cayera,
sin siquiera comprometer las partes físicas
que a vos se niegan.
Me busco ahí,
me busco acá,
en vos,
entre las sábanas,
pero no me encuentro,
no me veo,
no estoy más que volando
entre estas simples letras
que al papel sí aman
y me imprimen
acá,
entre las cursivas de mi falta.