Por María Laura Decésare
Ilustración: Gianluca Foli
La noche no sueña
y es temprano todavía,
un bocinazo a lo lejos
luces fijas en un punto
docenas de párpados abatidos
deambulan
por espacios habituales
y la luz del hospital
nunca se apaga.
Una leve brisa
balancea las maderitas
del balcón de al lado,
interrumpe
por un instante
el llanto de los gatos.