Nicolás Guillén Reivsta ULTIMOROUND

Hace 125 años nacía el “poeta nacional cubano”. María Mazza y Patricia Morante leen sus poemas con un texto introductorio de Cubaliteraria.

Leen: Patricia Morante y María Ester Mazza.
Texto: Cubaliteraria.com

Nicolás Cristóbal Guillén Batista nació el 10 de julio de 1902 en Camagüey, capital de la provincia cubana del mismo nombre, hijo del periodista Nicolás Guillén Urra y de su esposa Argelia Batista Arrieta. Su padre murió a manos de soldados que reprimían una revuelta política en 1917 y ello significó la ruina económica de la familia.

La madre, una mujer de carácter y valor, se encargó de la formación de sus hijos y de la dirección del hogar. El recuerdo del padre fue conservado siempre por el hijo, quien, muchos años después, en la década del cincuenta, lo evocaría intensamente en su «Elegía camagüeyana». Por lo demás, su familia tenía un determinado nivel cultural y social.

En sus Páginas vueltas, de tono autobiográfico, Guillén ha contado: «Si se me preguntara a qué clase social pertenecía mi familia en aquella época, yo diría con toda seguridad que a la pequeña burguesía negra».

El joven Guillén termina sus estudios de bachillerato alrededor de 1919 y comienza a publicar sus versos en 1920, y colabora con revistas como Camagüey Gráfico, en su ciudad natal, y en Orto, de Manzanillo. En 1922 conforma un volumen de poesía, «Cerebro y corazón», marcado por la estética del modernismo, pero no llega a publicarlo en ese momento, y sólo verá la luz cuando, medio siglo más tarde, aproximadamente, aparezcan sus Obras completas. También en 1922, comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de La Habana, cuyas aulas abandonó en breve, desencantado por la situación deprimente de ese centro de estudios, impresión que dejó reflejada en un poema, «Al margen de mis libros de estudio», en el que satiriza la mediocridad de la vida universitaria que conociera (este texto, publicado en el número inaugural de la revista Alma Mater, en cuya directiva figuraba Julio Antonio Mella, tuvo una cierta notoriedad en el momento). De regreso a Camagüey, Guillén organiza y dirige la revista Lys, que tendrá muy poca duración. En Camagüey se desempeña en diversos oficios, entre ellos el de corrector de pruebas en el periódico El Camagüeyano, y luego el de redactor de mesa en ese mismo diario. Allí estuvo a cargo de una sección, «Pisto Manchego», en la que el joven periodista mezclaba, con sumo gracejo, temas de actualidad nacional o mundial con el anuncio de productos comerciales. También fue empleado del Ayuntamiento de Camagüey.

En 1926 regresa a La Habana en busca de un cambio de vida. A través de algunas amistades, obtiene un trabajo en la Secretaría de Gobernación. Decide en esta época instalarse en la capital cubana. Allí se intensificaron sus intereses literarios e intelectuales y conoció a Federico García Lorca (quien había sido invitado por Fernando Ortiz a impartir unas conferencias). En esa época conoce en La Habana al gran poeta negro norteamericano Langston Hughes, cuya amistad e influencia serían sumamente importantes para Guillén. En abril de 1930 escribe sus Motivos de son, que, al publicarse en el Diario de la Marina, lanzan al poeta novel a una especie de celebridad polémica, pero de amplia resonancia popular; la musicalización sucesiva de estos poemas por diferentes compositores, entre ellos Alejandro García Caturla y los Grenet, subrayó más aún la enorme acogida popular de sus textos. En otro sentido, la publicación de Motivos de son anudó su permanente amistad con otro poeta, también camagüeyano, Emilio Ballagas.

En 1931 publica, gracias a haber ganado un premio de lotería, Sóngoro cosongo; poemas mulatos, un libro de mayor estatura artística y de vocación reflexiva sobre la cultura cubana. En 1932 Guillén recibe una carta admirativa de Miguel de Unamuno: es la confirmación de su vocación poética.

Entre 1931 y 1934, Guillén va madurando gradualmente su modo de ver y analizar la realidad cubana e incluso caribeña. En 1934 se produce en Cuba el golpe militar del jefe del ejército, Coronel Fulgencio Batista Zaldívar. La situación política y económica del país es convulsa y está sujeta a la política de intervención de los Estados Unidos. En este año, su nuevo poemario, West Indies, Ltd., da cuenta de su crecimiento intelectual, que lo orienta hacia posiciones cada vez más críticas sobre el desequilibrio social y económico de su país. En 1936 Guillén se incorpora al grupo de redacción de la revista Mediodía, en la cual el poeta llega a tener una influencia marcada, y en la que colaboran intelectuales de la importancia de Carlos Rafael Rodríguez.

Vinculado a otra importante figura cultural y política del momento, Juan Marinello, Guillén viaja a México el 19 de enero de 1937 para participar en el congreso organizado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de México. Su estancia mexicana le produce honda impresión y le permite vincularse con artistas como Silvestre Revueltas, José Mancisidor, Diego Rivera, Alfaro Siqueiros y otros. Es en esta época que publica un poemario de fuerte entonación popular, Cantos para soldados y sones para turistas, con prólogo de Juan Marinello. También publica en México su poema «España. Poema en cuatro angustias y una esperanza».

Viaja a España en 1937, para participar en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, en Barcelona, Valencia y Madrid. En ese país, en plena guerra civil antifascista, se vincula con lo más destacado de la intelectualidad española, y allí Manuel Altolaguirre edita su libro, España. Poema en cuatro angustias y una esperanza. Conmovido por cuanto ve y experimenta en la España de la guerra civil, Guillén ingresa al Partido Comunista, en el cual militará hasta su muerte. En España, por lo demás, se relaciona con Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Ilya Ehrenburg, Rafael Alberti, César Vallejo, León Felipe, Juan Chabás, Octavio Paz, Tristán Tzara, Anna Seghers, y reanudó trato con Ernest Hemingway, a quien conociera en Cuba.

De vuelta a su patria, acompañado por León Felipe, su situación no es fácil, entre otras razones porque «el Partido Comunista se hallaba en plena ilegalidad» y por la inestabilidad económica y política del país. En 1940 Guillén se presenta, sin éxito, como candidato a las elecciones para alcalde de la ciudad de Camagüey, por el Partido Unión Revolucionaria Comunista.

Entre 1939 y 1941, el poeta tuvo que consagrar buena parte de su tiempo a una intensa labor política y cultural, en el equipamiento del periódico Hoy, así como en tareas del Frente Nacional Antifascista, del cual era dirigente.

En 1942 el poeta Jacques Roumain, Director del Instituto de Etnología de Haití, lo invita a ese país, al cual viaja Guillén como enviado cultural del gobierno cubano, como delegado del Frente Nacional Antifascista y como redactor del periódico Hoy. En marzo de 1944 Guillén funda la revista cultural Gaceta del Caribe, con José Antonio Portuondo, Mirta Aguirre, y Ángel Augier, la cual, a pesar de su indudable estatura literaria y cultural, apenas alcanza a sobrevivir hasta los dos últimos meses del año.

El 19 de noviembre de 1945 Guillén inicia una gira por América del Sur, que habrá de ser fundamental en su proyección continental y en el desarrollo posterior de la perspectiva americanista de su obra. Visita Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil. En todos estos países sostiene intercambios con lo más destacado de los artistas e intelectuales, se profundiza su visión de América. En 1947 publica en Buenos Aires El son entero.

En 1951 publica su Elegía a Jesús Menéndez, en homenaje al líder obrero cubano, con quien había mantenido amistad y colaboración. Ese año participa en el Consejo Mundial por la Paz, en Praga y en Viena. Al año siguiente viaja a la Unión Soviética, a la República Popular China y a Mongolia. Escribe en Cuba sus «Coplas de Juan Descalzo» y publica su Elegía cubana. La situación política cubana, cada vez más difícil después del golpe de estado de Fulgencio Batista, se ha hecho insostenible para él. En 1954 está en Estocolmo, para el Congreso de la Paz, y recibe el Premio Lenin de la Paz. En 1956 viaja a París, Bucarest, Varsovia, Budapest, Praga, Bruselas. La situación política de la Isla lo ha convertido en un exiliado que en su patria estaría condenado a prisión por la dictadura.

En 1958 está en París; en 1959 el triunfo de la Revolución Cubana lo sorprende en Buenos Aires, donde se ha publicado recientemente La paloma de vuelo popular. De inmediato regresa a Cuba. En el año 1961 se realiza en La Habana el Congreso en el que se funda la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), de la que resulta Guillén electo Presidente, cargo que ocupará hasta su muerte. Asimismo, mantiene su activa militancia en el Partido Comunista de Cuba. Como Presidente de la UNEAC, tiene una participación directa y sistemática en toda la vida artística y cultural de Cuba.

En 1962 publica Prosa de prisa, recopilación de sus textos periodísticos, crónicas, comentarios, etc. En 1967 publica El gran zoo, y en 1969 Cuatro canciones para el Che. En 1972 aparecen La rueda dentada y Diario que a diario. Ese mismo año se le concede en Roma el premio «Viareggio».

La muerte, después de larga enfermedad, lo sorprende el 17 de julio de 1989.

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