medios2DeTantiEntrevista a Sergio Ciancaglini, Revista Mu, Cooperativa La Vaca.

Por Ignacio Elli

Fotos: Maru Cordero

Ilustración: Gustavo de Tanti

Cuando uno se encuentra con la revista MU se prepara para adentrarse en el periodismo comprometido, se traslada a vivir y sentir la necesidad del grito compartido con unas personas que lograron sumergir a los lectores en historias que los convirtieron en otros. Sergio Ciancaglini estudió periodismo en la ciudad de La Plata con profesores como Gregorio Selser, trabajó con Jacobo Timerman en el diario La Razón y luego en Clarín y Página/12 y en las revistas “Tres Puntos” y “Nueva”. Un día, junto con otros colegas, se lanzaron a construir un proyecto colectivo que comenzó como cooperativa allá por el 2001, entre estallidos, sartenes y pueblo en la calle luchando y respirando cambio. Cooperativa La Vaca nació en internet, con notas vía mail, luego se convirtió en una página web y más tarde en una cátedra y un bar punto de encuentro para, a fines del 2006, llegar a decir MU.

¿Cómo surge MU?

Teníamos la Cooperativa La Vaca, estábamos haciendo la página en internet y ya teníamos la cátedra. En un tiempo donde todos los que hacían papel estaban pensando en internet a nosotros, que nacimos en internet, se nos ocurrió hacer el camino inverso; dijimos: si estamos haciendo este tipo de notas en internet, ¿por qué no sacar una publicación en papel y sacarla al mercado, a los quioscos y demás y realizar una revista que funcione?

Cuando llegamos para la entrevista en MU punto de encuentro, se estaba desarrollando la catedra Autónoma de Comunicación Social dictada por la cooperativa.En esa ronda en la que circulaban diversas experiencias se notaba que la dinámica misma priorizaba la palabra colectiva.

cianca-1¿Cómo se fue haciendo sustentable un proyecto que nació y se construyó por encima de la lógica individual?

Pensando qué opciones uno puede tener para esto. Lo primero que hicimos fue imprimirla en una fábrica recuperada que es Gráfica Patricios. Eso nos permitió un tipo de relación muy interesante con lo que es la imprenta de la revista y la idea fue pensar la publicación apostando a que haya público al que le interese y empezar a pensar también que no dependiera solamente de la venta sino también de la posibilidad de publicidades. Pero no podía ser una publicidad convencional porque ninguna empresa convencional o tradicional iba a apostar por una revista como MU. Ahí fue que encontramos que si una revista como la nuestra existe es porque hay lectores, sería impensable sino su existencia y eso le demuestra a instituciones y demás que están interesados en este tipo de proyectos que puede ser factible apoyarlosporque claramente ven que tiene lectores reales, hay cantidad de medios que mienten con respecto a esto, no se sabe si alguien los lee, en cambio la Mu y diría que todas las que forman parte de AreCia (Asociación de Revistas Culturales Independientes de la Argentina) no podrían existir si no tuviesen lectores. Son las únicas que seguro tienen lector porque no tienen otra cosa… (risas). El proyecto es colectivo, de hecho decidimos mantener la posición de que no se firman prácticamente las notas, de un modo de que existe la voz de la cooperativa que es la que expresa eso, de todos modos las notas las hacemos con personas y periodistas concretos o las fotos las hacen fotógrafos concretos pero la idea es que fuimos al viejo periodismo, a que no haya firmas, para evitar también esa cuestión tan enferma de la figuración del periodista hasta con fotos en columnas patéticas y ridículas que aparecen como si fueran filósofos por lo menos y son empleados de empresas convencionales. Con un proyecto como este se nos abrió además un mecanismo para hacer el tipo de periodismo que siempre nos gustó hacer y hacerlo nosotros mismos y estamos mostrando que es factible no depender de ir a trabajar en empresas a las cuales el periodismo es lo último que les importa.

“El periodismo es libre o es una farsa” decíaRodolfo Walsh, y Sergio, con extrema firmeza, nos conduce a un diálogo entre aquella “realidad contada” de las corporaciones mediáticas y el periodismo que “vive la realidad”.

Desde el punto de vista enfocado en los medios tradicionales ¿El periodismo es una farsa?

Claro, es que se agotó esa idea de un periodismo que podía ser mecanismo de la libertad de expresión. Hoy en día es muy claro. Cuando nosotros lo decíamos en ese libro que se llama “El fin del periodismo y otras buenas noticias” era menos claro, porque se editó hace siete u ocho años, pero hoy es bastante evidente que las empresas periodísticas hacen su negocio, en el cual la información en todo caso es una rama que usan según les convenga. Hay información obviamente, porque además tiene que ser creíble, porque un buen mentiroso tiene que ser creíble, yo para mentirte a vos tengo que primero lograr que vos me creas, o sea que hay una parte de esto que es creíble pero hoy en día ya es muy evidente, me parece, que tanto la información de las grandes corporaciones y muchas veces de la información estatal no son medios, son parte, son actores.

Prefieren llamarse Medios sociales de comunicación y no medios alternativos. ¿A qué se debe esto?

Primero, yo no soy alternativo. Es una palabra que surgió con respecto a la prensa “alternativa” que era el origen, los órganos de prensa de los partidos políticos de izquierda u opositores, con lo cual no es lo que me pasa a mí, si me quieren meter en esa definición no entro, no estoy en ningún partido político, me opongo a las cosas que yo quiero y no a las que me dicen que me tengo que oponer y me opongo incluso a los partidos políticos que quieren que yo me oponga… es otra cosa. Al hablar de medios sociales de comunicación me estoy refiriendo a medios que tienden a la autogestión, que intentan tener su propia voz y no ser el reflejo de una voz de un partido, que lo veo muy bien, pero si esa es la prensa alternativa entonces nosotros somos otra cosa. Aparte yo no me siento alternativo porque soy periodista profesional, estudie periodismo en La Plata, tuve profesores, gente increíble como Gregorio Selser, trabaje con Jacobo Timerman en La Razón, trabaje en Clarín, en Página/12, no me siento alternativo a nada. Después hay otra cuestión, el equipo “alternativo” de Boca o de River es el suplente, entonces me suena a suplente o algo así. La otra vez me trajeron una manzana riquísima, agroecológica, entonces yo digo: ¿esta es una manzana “alternativa”? no, esta es una verdadera manzana. Yo no uso esa palabra, creo que es un tipo de lenguaje que no nos sirve si queremos hacer comunicación, y te pone una etiqueta, no me gusta eso.

cianca-2Hay un paradigma en el pensamiento, como dicen en la cátedra, que es que hay un centro y unos márgenes, que es como una geografía. ¿Qué hay de cierto en esto?

Si estamos diciendo, repitiendo como loros, como estúpidos que las nuevas estructuras son «la red», en la red no hay centro ni márgenes, esta todo conectado, ¿Cuál es el centro del cerebro, el medio del cerebro, la parte del medio? ¿Cómo si fuera el centro de la tierra? ¿O el carozo de la manzana? ahí esa imagen te sirve para la manzana pero ya no te sirve para el cerebro, no sabés si el centro del cerebro esta adelante, atrás, en el medio o está en tu dedo meñique que le da órdenes también al cerebro para que haga determinadas cuestiones. Entonces las redes ya no tienen eso, ¿Cuál es el centro de internet? Por supuesto que hay quienes quieren centralizarla, controlarla, copar todos nuestros datos, manejarnos y formatearnos el cerebro pero la realidad es que si empieza a tener centralidad deja de ser una red, entonces lo que yo digo es que la charla sobre centralidad o márgenes es compleja porque lo que te dicen que es central no lo es. Lo central desde mi punto de vista son distintas situaciones en distintos lugares del país, asambleas, emprendimientos, proyectos, movimiento juveniles, movimientos artísticos, culturales, productivos, cooperativos y demás, para mí son centrales, de hecho hicimos un libro que se llama Sin Patrón y es de fábricas recuperadas, que es algo marginal según esa teoría, y debe ser el libro periodístico argentino más traducido en las últimasdécadas, se editó en inglés con prólogo de NaomiKlein, se editó en portugués con prólogo del Ministro de Economía Solidaria de Brasil, en italiano, ahora están haciendo traducciones en alemán, en ruso. Entonces qué pasa, todos estos extranjeros creen que lo central en Argentina no es si Lilita se peleó con Pinito o cosas por el estilo, sino que ven que otras experiencias tienen centralidad porque te están mostrando modos de vida, modos de hacer democracia, modos de hacer producción, modos de pensar, modos de transformar la realidad.

¿Qué importancia tiene la calidad en los nuevos medios?

Absoluta, porque si no caes en eso del plan B alternativo y en el «somos pobres», «somos secundarios», entonces «hacemos lo que podemos» y eso entonces para mi es una especie de declaración de impotencia. Si el proyecto es cooperativo o de autogestión, estás haciendo algo que es tuyo, pero no tuyo en un sentido empresario, sino tuyo como parte de un grupo, entonces lo que tenés que hacer es lo mejor. El otro día le hice una entrevista a Norman Brisky, él tiene un grupo de teatro y decía, “como hacemos teatro y hacemos algo que es para el esparcimiento y para la cultura, tenemos que ser rigurosos, disciplinados”, o sea lo que él está pensando es que el producto debe ser de alta calidad para que sea valorado, que es valioso pero vos tenés que ponerte a la altura del valor que tiene.

El tema de la calidad a veces es asociado a una cuestión “de elite”.

Sí, y yo creo que es al revés, las elites de este país son lo más mediocre que uno se pueda encontrar en el universo. Las clases intelectuales son patéticas, la universidad que se autodenomina «casa de altos estudios» ya da lástima solo por llamarse «casa de altos estudios», es como si yo dijera “soy divino e inteligente, entonces me tenés que hacer una nota a mí que soy altamente intelectual”, vos dirías, este tipo es un estúpido, bueno, la universidad argentina es claramente estúpida, por suerte, empieza a haber científicos, investigadores, profesores, docentes y demás que empiezan a tratar de quebrar esto, uno lo ve en distintos ámbitos, pero todavía existe un pensamiento de la universidad de considerarse «la casa de los altos estudios» «el faro que ilumina no séqué cosa”. Entonces yo digo: ¿Dónde está la calidad de pensamiento y de razonamiento si no en esos vecinos?, por ejemplo, que han sido capaces de entender lo que es la defensa de los bienes comunes de toda la gente que vive en este país, lo entienden mejor ellos que los señores de las universidades que cobran la platita minera porque así tienen unos pesos más para no sé qué cosa, fijate cómo te cambia el criterio de dónde está la calidad y dónde está incluso el conocimiento. El conocimiento muchas veces está en una fábrica recuperada, en pueblos originarios, en otras culturas, y no necesariamente en claustros que se autoadjudican un saber por encima de los demás. Si el centro es ese tipo de saber de las universidades, huyamos de eso. Pensar el universo, la realidad, la sociedad, como una cosa orgánica te cambia totalmente la perspectiva de cómo ver las cosas.

IMG_7354 bynEn la Revista MU uno puede ver que quienes la hacen suelen meter los pies en el barro, ¿cuán importante es esto para el periodismo?

Si no estás en el lugar del hecho sos un ridículo. Para poner un caso celebre:Gabriel GarcíaMárquez. Yo lo entrevisté y me dio una larga explicación sobre eso, él me decía que nunca dejo de sentirse periodista, o sea que su escritura nunca estuvo escindida de su trabajo como cronista y decía que los diarios estaban dados vuelta, estaban hechos al revés, ponen arriba al editorialista, aquel que está sentado en un lugar, le traen café, le traen cosas para que coma, va engordando y opina sobre el universo. El cronista es el que tendría que estar arriba, porque es el sentido del diario y el contacto que tiene con la realidad, entonces el cronista es el que está en el lugar donde ocurren las cosas, ¿vos te imaginás a Rodolfo Walsh solo opinando sobre algo o metido en el lugar para ver quépasa? Estar en el lugar del hecianca-2cho es la única cosa que hace justificable que exista el periodismo. El editorialista, que fíjate que es el cargo más pago,es un tipo que no está en la calle, con lo cual aunque tenga la mejor buena intenciónno sabe lo que huele el barrio tal, lo que dice la señora de tal lugar. Cuando cambiás la perspectiva y ves esto te enterás de cómo es la realidad. Yo coincido con GarcíaMárquez: a los medios hay que darlos vuelta. Con las radios también pasa, viste que está todo el mundo sentado con un micrófono y hablan y hablan de lo que leen en los diarios o en las revistas, abren la MU y “ah no acá en la MU dice esto dice lo otro”. Ahora: viven sentados ahí adentro, yo he hecho radio y hago radio pero fijate que estoy haciendo algo al revés, me conseguí un grabador que graba con calidad de estudio entonces me voy a Famatina y voy a Córdoba y a Misiones, y voy a cualquier lado y hago las notas en aquellos lugares, voy yo al lugar y entiendo lo que está pasando y eso te cambia totalmente la perspectiva.

¿Cómo influyó y en qué momento los encuentra estos diez años de kirchnerismo?

Nosotros nacimos antes, y de hecho yo nací antes como persona, entonces como soy viejo ya he visto pasar cantidad de situaciones y gobiernos. Durante estos años de kirchnerismo se institucionalizaron muchas de las demandas que había en el 2001, obviamente con el tema de los derechos humanos, pero imaginate, yo cubrí el juicio a la junta militar en el año 85, entonces para mí que en esta época se haya podido seguir adelante con eso, derogar las leyes de obediencia debida y demás ha sido importantísimo, entonces uno ve que esa institucionalidad de algunas cuestiones que se reclamaban es un hecho positivo, pero a la vez mi idea es que las cosas importantes que suceden no son las que suceden en el Estado. Para mí el Estado no es el centro de nada, es un artefacto de poder,pero a mí lo que me interesa más es lo que sucede en las comunidades, en los grupos sociales, por eso MU no habla de ninguna interna política. El kirchnerismo lo que ha hecho también es hacer visible a la «oposición» y sobre todo en el periodismo; ha quedado muy claro que es una cosa patética, el kirchnerismo genera como una división entre lo bueno que serían ellos y lo malo que sería la oposición, y viceversa desde el punto de vista de la oposición, y la verdad que con ese debate yo me vuelvo a encontrar con esta cuestión de la centralización de todo: esta es una moneda que no me interesa. Porque, por ejemplo, cuando el doctor Carrasco descubre los efectos de las fumigaciones con glifosato del modelo sojero sobre embriones que son el correlato sobre los efectos sobre la salud humana, Clarín y el Gobierno salieron a matarlo unidos. ¿Cómo era la pelea esta?… campo, Gobierno, Clarín, La Nación, no…después se juntan en algo tan importante como es el modelo sojero que expulsa gente del campo, que contamina, que empobrece la tierra, que te convierte en un país de monocultivo peor que en la época del granero del mundo, y en eso están todos de acuerdo.

cianca-3

cianca-4MU, como tantas otras publicaciones independientes, pertenece a la Asociación de Revistas Culturales Independientes de la Argentina (AReCIA). A través de esta asociación vienen impulsando un proyecto de ley para el fomento de estas publicaciones. ¿Que contempla este proyecto y qué importancia tiene para las revistas independientes existentes y las que surjan?

El proyecto lo que busca, frente al tema de concentración y monopolización de la prensa gráfica, es que las revistas culturales independientes tengan garantizado su acceso al público. Es una ley de fomento que pueda generar igualdad de condiciones, porque el huevo de la serpiente de la monopolización en argentina no es lo audiovisual, todo bien con la ley de servicios de comunicación audiovisual, la promovimos nosotros también, lo que quiero decir es que el problema de la monopolizaciónempezó en la gráfica conPapel Prensa. La propuesta nuestra es primero reunirnos, crear AReCIA, como modo de conocernos, la segunda es generar ese proyecto de ley que sea un fomento para este tipo de publicaciones, que son las que en la práctica garantizan que no haya monopolización de la prensa en esos tres o cuatro medios que a la vez quieren controlar todo, y que además editan revistas que ni siquiera crearon ellos. Realmente es un acaparamiento de medios para simular que hay mucha variedad pero en realidad pertenecen todos a 3 o 4 empresas. Para mí la discusión de esto no se da creando un bicharraco similar. La discusión de un tema de concentración no es crear otro medio que busca ser el nuevo hegemónico sino la pluralidad, que haya muchos medios, que haya muchas voces, y la creación de AreCia apunta a eso, busca que existanmás revistas, más posibilidad para más gente de crear sus medios de comunicación y que haya una prácticaantimonopólica no por el discurso sino por la práctica, ejercer la pluralidad y la libertad de expresión en un sentido real, en un sentido genuino. Hoy la libertad de expresiónno es la de los medios sino la nuestra, no es la de la empresa LaNación, es tuya, es mía, es de las comunidades que, en todo caso a través de medios como las revistas culturales independientes o las radios comunitarias, garantizan que esa pluralidad pueda expresarse.

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